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Pequeños drones brindan una ventaja sin precedentes para Ucrania

Sebas Rodríguez


Como se logra ver en el video compartido por una página de perfil ucraniano en la red social Facebook, cohetes rusos son disparados cada segundo en la ciudad nevada de Trostyanets al norte de Ucrania. Cerca de las casas y sistemas ferroviarios de la ciudad están aparcados tanques y vehículos militares a ambos lados del sistema de artillería detonante. Pero el arma no trabaja sola. Un dron ucraniano sobrevuela decenas de metros por encima de ella, grabando todos los sucesos.


Se han utilizado drones de todo tipo por parte de ambos bandos desde desde que Vladimir Putin invadió Ucrania a finales de febrero. Existen los grandes drones militares que pueden utilizarse para la vigilancia aérea y para atacar objetivos en tierra. Por otro lado, hay pequeños drones comerciales que pueden ser pilotados por personas sin ninguna formación específica y transportados en una cajas pequeñas. Aunque ambos tipos de drones se han utilizado en conflictos anteriores, la escala actual del uso de pequeños drones comerciales en Ucrania no tiene precedentes.


Los drones han captado los combates en la destruida ciudad ucraniana de Bucha, con líneas de tanques moviéndose por las calles y tropas moviéndose junto a ellos. Sobrevolando edificios quemados y reducidos a escombros, los drones comerciales han ayudado a los periodistas a documentar la magnitud de la destrucción en Kiev y Mariupol.


También se han captado a las tropas rusas disparando supuestamente a los ciudadanos que levantan las manos. Los vídeos de los drones muestran a las tropas ucranianas bombardeando posiciones rusas, vigilando sus movimientos en tiempo real y tendiendo emboscadas a las tropas rusas. En un video, un avión no tripulado descubre vehículos militares rusos que dejan atrás a las tropas; éstas corren tras el transporte y caen en la nieve. En otro, el dron planea en el aire y graba el derribo de un helicóptero mientras pasa volando.


Valerii Lakovenko, fundador de la empresa ucraniana de drones DroneUA, expresa que "Los drones han cambiado la forma de hacer la Guerra. Se trata de inteligencia, de recoger y transferir datos sobre los movimientos o posicionamientos de las tropas enemigas, de corregir el fuego de artillería. Se trata de acciones de contra-sabotaje y, por supuesto, de operaciones de búsqueda y rescate". Lakovenko estima que las fuerzas ucranianas operan más de 6.000 drones para el reconocimiento y dice que estos pueden enlazar con los sistemas de satélite Starlink de Elon Musk para subir las imágenes. También dice que "En 2014, los drones se convirtieron en el centro de atención de las unidades de inteligencia, pero su escala no se puede comparar con lo que vemos hoy". (Con la anexión de Crimea a Rusia, comenzó la invasión a Ucrania por primera vez en 2014).


Tanto Ucrania como Rusia han utilizado drones militares durante la guerra, teniendo en cuenta que Ucrania recibió donaciones de drones de Estados Unidos. Estos drones militares a menudo pueden volar a gran altura durante largos períodos de tiempo y disparar sobre objetivos como barcos. Sin embargo, el gran uso de drones comerciales más pequeños se destaca según los investigadores. Estos drones, que a veces pueden ser endebles y no pueden volar lejos de sus operadores o permanecer en el aire durante largos períodos, han proporcionado ventajas tácticas en algunos casos. (En conflictos anteriores como en Siria, también se ha utilizado estos drones comerciales aunque no de una manera tan extensa como en Ucrania).


Faine Greenwood, investigador de drones civiles, ha rastreado y registrado casi 350 incidentes en los que se han utilizado drones de consumo en Ucrania y las imágenes de vídeo se han compartido en Twitter, Telegram, YouTube y otras redes sociales. Analizados también por Greenwood, muchos de los vídeos han sido grabados por fuerzas militares, pero otros han sido captados por civiles y periodistas. Lakovenko afirma que, además de recoger imágenes para posibles crímenes de guerra, los drones se están utilizando para inspeccionar edificios que han sido atacados y para ayudar a restablecer el suministro eléctrico que ha sido dañado o eliminado.


El miembro de la política del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Ulrike Franke, que ha estudiado el uso de drones en la Guerra, declara que "Con ellos se consigue una vigilancia aérea barata, o incluso capacidad de ataque. Hay individuos o pequeños grupos de milicianos que, de repente, tienen su propia capacidad de vigilancia aérea; eso es algo que no se habría tenido hace 10 años. Sin duda se han producido avances y victorias tácticas gracias a ello". Los drones permiten a las tropas sobre el terreno vigilar inmdiatamente a las fuerzas que les rodean, reorientar las armas y tomar medidas que podrían detener los avances del enemigo o salvar vidas.


Además de proporcionar una vigilancia directa que puede contribuir a la inteligencia, los vídeos que captan los drones de consumo podrían contribuir a la rendición de cuentas una vez finalizada la guerra. "Este es uno de los primeros casos en los que los drones han recogido tanta información realmente aplicable a las investigaciones de crímenes de guerra contra civiles", afirma Greenwood. Aunque existen dudas sobre qué tipo de grabaciones serán admisibles en los juicios, Greenwood y otros están haciendo copias de seguridad y guardando los vídeos de los drones en Ucrania.


Los drones comerciales de la empresa china DJI destacan entre los que utilizan en Ucrania, especialmente la línea de dispositivos Mavic. Como unos de los más fáciles de comprar y volar están considerados sus drones de consumo. Al principio de la guerra, las autoridades ucranianas acusaron a DJI de permitir que las fuerzas rusas utilizaran su sistema de detección de drones para atacar a las tropas, aunque la empresa lo niega rotundamente y no se han presentado pruebas sólidas.


DJI anunció a finales de abril que suspendía temporalmente las ventas tanto en Rusia como en Ucrania. La compañía ha dicho sistemáticamente que no comercializa sus productos para uso militar y se ha negado a permitir modificaciones que permitan dicho uso. El portavoz de la empresa, Adam Lisberg dice que "DJI ha tomado esta medida no para hacer una declaración sobre ningún país, sino para hacer una declaración sobre nuestros principios. DJI aborrece cualquier uso de nuestros drones para causar daño y estamos suspendiendo temporalmente las ventas en estos países para ayudar a garantizar que nadie utilice nuestros drones en combate."


El asesor Samuel Bendett de la organización de investigación sin ánimo de lucro CNA que se centra en Rusia y en los sistemas militares no tripulados y autónomos, dice, "No creo que la gente haya esperado que los drones comerciales de DJI se utilizaran a tal escala. Esto plantea la cuestión de si la proliferación de drones puede detenerse por completo en cualquier conflicto". Organizaciones benéficas, empresas y particulares han donado drones de consumo de todo el mundo a las fuerzas ucranianas.


Greenwood menciona que han visto afirmaciones de que el ejército ruso también está siendo suministrado con drones donados. Además se señalan mensajes de Telegram que dicen mostrar a combatientes pro rusos discutiendo el uso de drones comerciales.


Aunque el uso de drones de consumo en conflictos no es nuevo, las máquinas no están diseñadas para un entorno hostil. "El inconveniente de estos drones es que no son de grado militar", dice Bendett y añade que pueden ser blanco de la tecnología anti drones diseñada para sacarlos del cielo.


Bendett afirma que "Volar un simple dron comercial en un conflicto pone en peligro también a los operadores". Greewood añade que los civiles, los periodistas y los trabajadores humanitarios que utilizan drones en Ucrania se ven expuestos a un mayor riesgo cuando vuelan sus drones. "El gran problema con los drones de consumo y las zonas de conflicto, del que los trabajadores humanitarios son muy conscientes, es que no se pueden distinguir; parecen exactamente iguales". Esto porque un dron de consumo pilotado por un civil no parece diferente del mismo dron pilotado por un soldado.


Greenwood se hace preguntas como "¿Qué ocurre si un trabajador humanitario vuela un dron y la gente asume que es un dron, que debe ser pilotado por un combatiente y que, por tanto, es un objetivo válido y voy a matarlo? ", pensando bajo las leyes humanitarias por si civiles que vuelen drones son atacados.

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